La mayor parte de la humanidad consume regularmente una enorme variedad de productos que le reportan muy poco poder nutritivo. Esto no solo permite que los verdaderos nutrientes queden fuera de la dieta, sino que alienta a comer excesivamente propiciando la obesidad y las enfermedades,
En el mundo occidental, desgraciadamente, la tecnología ha propiciado un gran avance produciendo un estado de nutrición muy deficiente debido a la opulencia, a los alimentos súper refinados, ocasionando también enfermedades degenerativas, como el cáncer, la diabetes y otras.
Hemos caído en el juego comercial de los industriales de la harina. Les reporta mayor ventaja la venta de harina refinada, vendiendo también a un precio caro, por separado, el salvado como alimento para ganado y el germen como "complemento alimenticio". La harina blanca queda muy poco nutritiva, pues en su volumen aumentan los almidones que no tienen ningún poder nutritivo, agravando la situación al agregarle aditivos químicos que les han sido autorizados.
El desconocimiento de la gente les permite a estos industriales, comercializar estos productos, pues a base de agregados, presentan un producto apetecible al que para colmo de males le agregan azúcar refinada, resultando al final un producto compuesto de hidratos de carbono, carente por completo de vitaminas y minerales.
Si nos detuviéramos a pensar más detenidamente sobre los beneficios de una buena alimentación y cambiáramos nuestros hábitos, exigiríamos a los industriales y comerciantes, más integralidad en sus productos. (Harina, sal, arroz, azúcar, etc.)
La costumbre de consumir "pan de dulce" es puramente para satisfacer nuestro gusto palatino tradicional occidental. El pan elaborado con harina integral tiene también sabores muy especiales que pueden llenar el gusto mas exigente y llenando también la exigente necesidad de consumir los nutrientes básicos que contiene el trigo. Si a este pan se le endulzara con melaza o piloncillo que contienen sacarosa y fructosa (o sea el azúcar de frutas), se combatiría al mismo tiempo las caries y les permitiría su consumo a los diabéticos ya que al no contener glucosa el azúcar es absorbida por la sangre mas lentamente, dando lugar a la insulina a procesarla y proporcionar aparte más energía por mas tiempo.
Como la base de la pirámide de la nueva alimentación son las verduras y las frutas, éstas deberían de consumirse como "plato fuerte" complementado con un guiso a base de carne vegetal (de trigo o de soya). Una manera fácil y económica de suplir las verduras es mediante el consumo e semillas y graos germinados, especialmente de cereales como el trigo que contienen todas las vitaminas y minerales suficientes para satisfacer los requerimientos de un organismo humano para mantenerse sano.
En el mundo occidental, desgraciadamente, la tecnología ha propiciado un gran avance produciendo un estado de nutrición muy deficiente debido a la opulencia, a los alimentos súper refinados, ocasionando también enfermedades degenerativas, como el cáncer, la diabetes y otras.
Hemos caído en el juego comercial de los industriales de la harina. Les reporta mayor ventaja la venta de harina refinada, vendiendo también a un precio caro, por separado, el salvado como alimento para ganado y el germen como "complemento alimenticio". La harina blanca queda muy poco nutritiva, pues en su volumen aumentan los almidones que no tienen ningún poder nutritivo, agravando la situación al agregarle aditivos químicos que les han sido autorizados.
El desconocimiento de la gente les permite a estos industriales, comercializar estos productos, pues a base de agregados, presentan un producto apetecible al que para colmo de males le agregan azúcar refinada, resultando al final un producto compuesto de hidratos de carbono, carente por completo de vitaminas y minerales.
Si nos detuviéramos a pensar más detenidamente sobre los beneficios de una buena alimentación y cambiáramos nuestros hábitos, exigiríamos a los industriales y comerciantes, más integralidad en sus productos. (Harina, sal, arroz, azúcar, etc.)
La costumbre de consumir "pan de dulce" es puramente para satisfacer nuestro gusto palatino tradicional occidental. El pan elaborado con harina integral tiene también sabores muy especiales que pueden llenar el gusto mas exigente y llenando también la exigente necesidad de consumir los nutrientes básicos que contiene el trigo. Si a este pan se le endulzara con melaza o piloncillo que contienen sacarosa y fructosa (o sea el azúcar de frutas), se combatiría al mismo tiempo las caries y les permitiría su consumo a los diabéticos ya que al no contener glucosa el azúcar es absorbida por la sangre mas lentamente, dando lugar a la insulina a procesarla y proporcionar aparte más energía por mas tiempo.
Como la base de la pirámide de la nueva alimentación son las verduras y las frutas, éstas deberían de consumirse como "plato fuerte" complementado con un guiso a base de carne vegetal (de trigo o de soya). Una manera fácil y económica de suplir las verduras es mediante el consumo e semillas y graos germinados, especialmente de cereales como el trigo que contienen todas las vitaminas y minerales suficientes para satisfacer los requerimientos de un organismo humano para mantenerse sano.
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